LES FILS DU SILENCE
De una constelación familiar emergieron las respuestas que mi alma buscó durante toda la vida. Allí comprendí que lo que no se sana se repite, que los silencios y las heridas no resueltas se transmiten como hilos invisibles a través de generaciones, tejiendo patrones que se heredan en la sangre y en la memoria. En ese espejo ancestral reconocí mi propia voz y la de todas las mujeres que me antecedieron.
Bordados del Silencio es un homenaje a ellas: mujeres que fueron todo a la vez —madres, cuidadoras, guardianas de un hogar y de una historia— aunque el mundo les negara el reconocimiento de su fuerza. Mujeres atravesadas por carencias materiales y emocionales heredadas, por la colonización y por estructuras que apagaron sus voces, condenándolas a habitar en el silencio. Ese mismo silencio que se convirtió en cadenas, en heridas que parecían imposibles de romper.
Y, sin embargo, nunca dejaron de crear. Con sus manos bordaron la vida, cosieron memorias, curaron cicatrices con aguja e hilo. Transformaron su dolor en belleza y su silencio en resistencia. Cada puntada fue un acto de sanación, cada bordado un susurro de libertad.
Hoy, esta colección busca reconocerlas y darles un lugar en el presente. Vestir sus piezas es dejar que su historia se funda con la nuestra, que lo ancestral dialogue con lo contemporáneo, que la memoria se convierta en arte y el arte en libertad.
Bordados del Silencio celebra esa alquimia: la posibilidad de sanar lo heredado, de liberar lo que estuvo oculto, de transformar el silencio en un canto atemporal. Cada prenda es un eco de ellas, de mis abuelas y de mí. En este bordado compartido, el silencio se transmuta en luz, y la herida se convierte en sanación.